La infección por Toxoplasma gondii puede ocasionar un cuadro de Toxoplasmosis o no provocar alteraciones en el huésped. Su forma de expresarse cobra importancia en los pacientes inmunodeprimidos y en los neonatos cuyas madres se infectaron por primera vez durante la gestación.
Toxoplasma gondii es un parásito intracelular obligado, es decir que sólo puede vivir en el interior de otras células del organismo del animal hospedador. Fue descubierto en 1908 por Nicolle y Manceaux, en Túnez, en el roedor africano Ctenodactylus gondii.
En Cuba, lo describe por primera vez Campuzano en 1913 en el hígado y el bazo de un perro, y en 1943 Cardelle reporta dos niños con diagnóstico de toxoplasmosis (hidrocefalia, nistagmo y coriorretinitis)
El parásito tiene una amplia distribución mundial; está presente en todos los climas, en todas las agrupaciones animales de sangre caliente y en todos los tyejidos de esos animales. Desde 1970, Frenkel y Huchison establecieron la forma de transmisión en la naturaleza. La forma infectante es precisamente el ooquiste presente en la materia fecal de gatos y otros felinos.
Clasificación taxonómica.
Desde 1980, la Sociedad Internacional de Protozoología clasifica a Toxoplasma gondii en:
- Reino: Protista.
- Subreino: Protozoa.
- Phyllum: Apicomplexa.
- Clase: Sporozoa.
- Subclase: Coccidea.
- Orden: Eucoccidea.
- Familia: Sarcoscystidae.
- Género: Toxoplasma
- Especie: gondii.